La receta de la sopa castellana, es bastante similar a la sopa de ajo, con la diferencia de que en la castellana, al final, ponemos huevos y la metemos en el horno. Primeramente, pelamos los tres dientes de ajo y los dejamos enteros, sin cortar. En una sartén, vertemos un chorrito de aceite de oliva y calentamos a fuego medio. Una vez está caliente, añadimos los ajos y los doramos (con cuidado de que no se quemen). Cortamos los 50 gramos de jamón ibérico y las dos rebanadas de pan en trozos pequeños y los agregamos a la sartén junto a los ajos. Removemos bien y mantenemos en el fuego hasta que están dorados. Retiramos la sartén del fuego y echamos una cucharada pequeña de pimentón dulce (si lo preferimos, podemos poner pimentón picante en su lugar) y removemos. Es importante que no esté al fuego ya que si se quema el pimentón se estropea totalmente el plato. Vertemos agua y espolvoreamos con media cucharada de comino, volviendo a poner al fuego la sartén.Probamos y echamos un poco de sal hasta que esté en su punto. Vertemos el contenido en cazuelitas de barro individuales. Cascamos un huevo en cada cazuela de barro. Precalentamos el horno a 190ºC, y una vez está caliente, introducimos las cazuelas con cuidado en su interior. Dejamos las cazuelas durante 4 minutos y las sacamos cuando comprobamos que los huevos están bien hechos.Servimos la sopa castellana bien caliente. Si lo deseamos podemos freír más pan cortado en trocitos y añadirlo a modo de picatostes.