Rojos o verdes, estos pimientos asados al horno sin más condimento que aceite de oliva y sal, quedarán perfectos para acompañar cualquier carne o pescado que se nos ocurra.
Staff de Recetas con Gusto
Pasaremos los pimientos por el agua del grifo para limpiarlos bien.
Luego nos pringaremos las manos con aceite de oliva y manosearemos los pimientos para que cojan aceite por todas partes.
Precalentamos el horno a 180 grados y preparamos paple de aluminio sobre la bandeja del horno.
Colocamos los cuatro pimientos manchados de aceite sobre el papel de aluminio en la bandeja del horno y los dejamos hornear a media altura y a 180 grados durante 50 minutos. Cuando lleven 20 minutos podemos darles la vuelta con cuidado, pero no es necesaria esta acción.
Cuando pase el tiempo y estén tiernos, los sacamos del horno y los dejamos enfriar a temperatura ambiente durante unos minutos en un plato.
Después los pelaremos con la mano, con cuidado de no quemarnos, quitando bien toda la piel y retirando las pepitas, y los partiremos en tiras anchas con un cuchillo. Los vamos coloando en una fuente y cuando estén todos les echamos sal por encima. Ya estarán listos para servir.