Acompañadas de una guarnición de patatas o una ensalada mixta, estas costillas asadas a horno con un toque de cerveza están deliciosas.
Staff de Recetas con Gusto
Tomamos el costillar y lo untamos con un chorrito de aceite de oliva con las manos.
Le echamos sal y pimienta a nuestro gusto por toda la superficie de las dos caras.
Precalentamos el horno a 200 grados y ponemos el costillar sobre la bandeja del horno con los huesos hacia arriba.
Ponemos dos vasos de agua en el fondo de la bandeja del horno y la introducimos en el horno a 200 grados.
Después de media hora, abrimos el horno y damos la vuelta al costillar, dejando ahora los huesos hacia abajo. El agua se habrá consumido pero eso no es problema, ya que a partir de ahora utilizaremos la cerveza para regar el costillar.
El costillar, ahora dado la vuelta, lo tendremos en el horno durante una hora más, y deberemos echarle un chorrito de cerveza por encima cada diez minutos durante esa hora hasta terminar con la lata.
Ya podemos sacar el costillar del horno y, si queremos, lo partimos con firmeza entre hueso y hueso con un cuchillo grande para separar cada costilla. Acompañarlas con una ensalada mixta o con patatas fritas o panadera.