El chocolate siempre triunfa, ¿será esta vez en forma de trufa?
Staff de Recetas con Gusto
La elaboración de las trufas de chocolate es sencilla. Necesitamos los siguientes ingredientes: 500 gramos de chocolate negro, 80 de mantequilla, 80 gramos de azúcar glas, 50 gramos de agua de azahar, 50 gramos de Cointreau, 120 gramos de nata y fideos de chocolate para decorar.
El primer paso a realizar es el siguiente: ponemos a fuego medio-bajo un cazo en el que vertemos el agua de azahar junto a 80 gramos de mantequilla y removemos con suavidad. Cortamos en pedazos pequeños 500 gramos de chocolate negro y lo echamos en el cazo. Es importante que el fuego esté a fuego lento, y no llegue a ebullición.
Removemos de nuevo con una cuchara metálica y agregamos 80 gramos de azúcar glas (es más fino que el normal y queda mejor), 120 gramos de nata montada y 50 gramos de Cointreau.
Seguimos moviendo los ingredientes hasta comprobar que el chocolate está fundido y los ingredientes se han fusionado.
Apagamos el fuego y colocamos el preparado de trufas en un recipiente. Dejamos enfriar y a continuación lo tapamos y dejamos que repose en el frigorífico aproximadamente 3 o 4 horas.
Cuando saquemos las trufas de chocolate del frigorífico, tenemos que comprobar que están totalmente frías. En este momento, sacamos el recipiente de la nevera y comenzamos a dar forma a las trufas. Podemos hacerlo utilizando moldes, con las manos, con dos cucharillas o incluso introduciendo la masa de trufa elaborada en una manga pastelera con una boquilla lisa y amplia. Si utilizamos la manga pastelera, la cerramos y la guardamos en el frigorífico una hora o dos.
Una vez dada forma a las trufas, haciendo montoncitos, las rociamos o pasamos por virutas o fideos de chocolate y las colocamos en una bandeja o moldes de papel rizado. De esta manera tenemos las trufas preparadas.
Para su conservación, podemos introducirlas en un recipiente con tapa y guardarlas en la nevera o en el congelador, a nuestro gusto.
Podemos servir las trufas de chocolate como postre de comidas o cenas, depositando 4 o 5 trufas en un cuenco individual y vertiendo un poco de nata montada al lado o sobre ellas.