Fresca, rica y dulce. Perfecta para tomar en cualquier época del año y sobre todo en Verano.
Staff de Recetas con Gusto
Para hacer la tarta de fresa, necesitamos los siguientes utensilios: un mortero o batidora, un cazo y un molde.
Primeramente trituramos los 200gr de galletas utilizando la batidora o el mortero, machacándolas hasta lograr que se forme una especie de polvo de galleta.
Mezclamos el polvo de galletas con los 100 gr de mantequilla hasta conseguir una pasta homogénea.
Para que sea más fácil que la mantequilla se mezcle bien con la galleta, ésta debe estar a temperatura ambiente, ya que fría está más dura y es más complicado. Se puede tener fuera del frigorífico o darle un toque de microondas, lo suficiente como para que se reblandezca.
Una vez hecha la pasta, cubrimos el molde en el que vamos a hacer la tarta, expandiendo y repartiéndola bien por toda la base. Después la ponemos en la nevera a enfriar.
En un bol o vaso de batidora, echamos los 400 gr de fresas, los 100 gr de azúcar, el zumo de un limón y lo batimos hasta conseguir un batido sin grumos.
Mientras tanto, en un cazo vertemos 200 ml de agua y lo ponemos a calentar. Una vez el agua esté hirviendo, echamos los 85 gr de gelatina de limón, y removemos hasta que comprobamos que se ha disuelto y queda amarillo transparente, sin grumos, totalmente líquido.
Una vez disuelta, añadimos el batido de fresa y removemos bien hasta que veamos que los ingredientes están bien mezclados.
Sacamos la base de galleta que teníamos en el frigorífico y vertemos sobre ella el batido de fresas, repartiéndolo bien por toda la base.
Para finalizar la tarta de fresa, podemos decorarla con fresas, cortándolas y poniéndolas por encima de la tarta.
También podemos echarle nata, virutas de fresa o de otro sabor...