Puré de patatas casero

La elaboración del puré de patatas casero es muy sencilla y rápida de preparar. Para ello, necesitamos los siguientes ingredientes: un kilogramo de patatas (que sean más o menos del mismo tamaño), dos litros de agua del grifo, una cucharada pequeña de sal, cuarenta gramos de mantequilla y setenta y cinco mililitros de leche.El primer paso a realizar será, verter abundante agua (dos litros aproximadamente, dependerá del tamaño de la olla o cazuela) en una olla y calentarlo a fuego fuerte. Mientras tanto, lavamos bien las patatas bajo el grifo, de manera que le quitemos toda la tierra y suciedad que pueda tener. Cuando el agua está hirviendo, añadimos las patatas sin pelar y echamos una pizca de sal, aproximadamente una cucharada pequeña.  Bajamos el fuego a temperatura media y dejamos cocer las patatas entre veinte y treinta minutos. Para comprobar que las patatas están bien cocidas, introducimos un palito en su interior y si está blanda, estarán hechas, de lo contrario, dejamos unos minutos más a fuego medio.Apagamos el fuego y sacamos con mucho cuidado de no quemarnos las patatas. Cuando están tibias, les quitamos la piel y las pasamos por un pasapurés. Si no tuviéramos pasapuré, podríamos hacerlo con un tenedor.  De esta manera tan sencilla tenemos el puré de patatas casero hecho. Podemos variar la receta de varias maneras:- Podemos añadir un poco de mantequilla, aproximadamente cuarenta gramos al puré de patatas. Si el puré de patatas está aún caliente, la mantequilla se derretirá junto al puré. De lo contrario, derretimos en un cazo la mantequilla y la vertemos sobre el puré, removiendo bien hasta que los dos ingredientes quedan bien fusionados.- Otra manera de hacerlo es añadirle leche y remover bien. Si está caliente, será más fácil que se fusione con el puré de patatas. Es importante no abusar de la leche porque quedará muy líquido. Por último, podemos añadirle hierbas (orégano etc), o queso rallado, a gusto de cada uno.El puré de patatas casero sirve para acompañar múltiples platos: carnes, verduras, pescados... incluso pasteles salados.