La sencillez del producto más básico de la huerta en nuestro paladar con estas dos formas de preparar patatas asadas.
Staff de Recetas con Gusto
Las patatas asadas podemos realizarlas de dos maneras: con las patatas enteras o patatas cortadas por la mitad.
Si deseamos hacerlas enteras, lo primero que tenemos que hacer es lavar las patatas sin quitarle la piel. Estando húmedas, les echamos sal y pimienta y las envolvemos en papel de aluminio (de forma individual).
En una bandeja de horno o rejilla, ponemos las patatas envueltas dejando espacio entre ellas. Calentamos el horno a 180ºC, una vez caliente, introducimos la rejilla con las patatas. Según el tamaño, deberán estar en el horno entre 35 minutos (si son pequeñas) y 60 minutos (si son grandes).
Una vez hechas, las sacamos del horno. Las colocamos sobre un plato, les quitamos el envoltorio y las partimos por la mitad. Podemos servirlas con salsas como all i oli, mahonesa, mantequilla derretida, a nuestro gusto.
Si por el contrario queremos hacer las patatas asadas partidas, necesitamos los siguientes ingredientes: 12 patatas, aceite de oliva, sal, especias como romero, orégano, tomillo y dos dientes de ajo.
Primero, pelamos los ajos y los cortamos por la mitad, quitándoles la parte central y colocándolos después en un mortero. Añadimos al mortero una pizca de sal y las especias que deseemos.
Machacamos bien los ingredientes hasta que conseguimos una pasta fina. Vertemos entonces medio vaso de aceite de oliva y removemos de nuevo.
Lavamos las patatas y las secamos con un paño. Las cortamos por la mitad a lo largo y con un cuchillo realizamos unas marcas horizontal y verticalmente (a modo de cuadricula, por la parte que no tiene piel).
Vertemos con ayuda de un pincel la pasta fina sobre las patatas y las colocamos sobre una bandeja de horno.
Precalentamos el horno a 180ºC e introducimos la bandeja durante 20 minutos. Pasado este tiempo, sacamos la bandeja y volvemos a pintar las patatas con la pasta, introduciéndolas de nuevo en el horno. Realizamos este proceso hasta que comprobamos que están bien hechas.
Para comprobar que las patatas al horno están hechas, introducimos un cuchillo con mucho cuidado y si se hunde con facilidad, estarán listas para sacarlas del horno y servirlas.