El día anterior al que queremos servir el potaje de garbanzos, echamos agua templada en una olla junto a una cucharada pequeña de bicarbonato o sal, removemos e introducimos los garbanzos. Los dejaremos en remojo aproximadamente 12 horas. Pasado este tiempo, los lavamos bien para retirar posibles restos de suciedad, los escurrimos y apartamos hasta que los volvamos a necesitar. Es el momento de preparar los ingredientes que acompañarán a los garbanzos. Pelamos las dos cebollas y las picamos en trozos muy pequeños. Realizamos el mismo procedimiento con los dos dientes de ajo. Por otra parte, pelamos y troceamos por la mitad los dos tomates. En una cazuela, vertemos un chorrito de aceite de oliva y añadimos las cebollas y ajos picados. A fuego lento los sofreímos durante 10 minutos. Cuando comprobamos que la cebolla está transparente (tenemos que tener cuidado de que no se nos queme), añadimos l tomate y una hoja de laurel. Removemos y dejamos que se fría durante 2-3 minutos. Echamos a continuación una cucharada de pimentón, removemos y añadimos los garbanzos que teníamos preparados. Volvemos a remover para que todos los ingredientes se mezclen y dejamos al fuego otros 3 minutos.Es el momento de verter agua fría de forma que cubra todos los ingredientes. Hervimos y bajamos el fuego. Dejamos que cueza durante 30 minutos y entonces añadimos una pizca de sal, pimienta, una morcilla, un trozo de panceta y dos chorizos. Cocinamos todos los ingredientes durante 20 minutos a temperatura media. En este momento, retiramos los chorizos, la morcilla y la panceta y los reservamos para añadirlos al plato final.Retiramos del fuego y servimos el potaje de garbanzos en los platos correspondientes. Por último, añadimos el chorizo, morcilla y la panceta cortado en trozos encima de los garbanzos.